─Usted, señora, tiene seis horas de vida…
Desesperada, la mujer corre para su casa y le cuenta a su marido.
Los dos deciden gastar el tiempo que le queda de vida de ella, haciendo el amor.
Lo hacen una vez, pero ella pide repetirlo.
Lo hacen de nuevo, y ella pide más.
Después de las tres veces, ella quiere de nuevo, y el marido le dice:
─¡Ah, no…, ya basta! Yo me tengo que levantar temprano mañana… ¡y vos no!
Desesperada, la mujer corre para su casa y le cuenta a su marido.
Los dos deciden gastar el tiempo que le queda de vida de ella, haciendo el amor.
Lo hacen una vez, pero ella pide repetirlo.
Lo hacen de nuevo, y ella pide más.
Después de las tres veces, ella quiere de nuevo, y el marido le dice:
─¡Ah, no…, ya basta! Yo me tengo que levantar temprano mañana… ¡y vos no!
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