─Doctor, llevo tres semanas soñándo que mi suegra viene a comerme cabalgando
sobre un cocodrilo.
─¿De verdad?, contesta el psiquiatra.
─Sí doctor, esos ojos amarillos, esa piel escamosa, esos dientes afilados.
─¡Hombre, que terrible!, dice el psiquiatra.
Y el hombre contesta:
─Eso no es nada..., ¡espere que le describa el cocodrilo!
─¿De verdad?, contesta el psiquiatra.
─Sí doctor, esos ojos amarillos, esa piel escamosa, esos dientes afilados.
─¡Hombre, que terrible!, dice el psiquiatra.
Y el hombre contesta:
─Eso no es nada..., ¡espere que le describa el cocodrilo!