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Calladita
De madre a hija
-Hija, tu marido llegó borracho a las cuatro de la mañana, se metió en mi cuarto e hiso el amor conmigo tres veces...
-¡Pero mamá...! ¿y usted no le dijo nada?
-¡Ay mija... usted sabe que a ese desgraciado no le hablo!
Con testigo y todo…
Una mujer va entrando a un motel con
su amante, y en eso ve saliendo a su esposo con otra, y ella sin
titubear le grita: "Te agarré, ¡desgraciado! Gracias a Dios... ¡traje
un testigo!
El lechero
Un marido le dice a su mujer:
─Fíjate si es fanfarrón el lechero, dice que se ha acostado con todas las
mujeres de este edificio, menos con una…
Y dice la mujer:
─¡Claro, debe ser la orgullosa esa del tercer piso!
Y dice la mujer:
─¡Claro, debe ser la orgullosa esa del tercer piso!
Entierro
Un viejo acaba de morir.
El cura en la ceremonia exagera con los elogios:
─Este hombre era un buen marido, un excelente cristiano, un padre ejemplar...
La viuda voltea hacia uno de sus hijos y le dice al oido:
─Hijo: mira en la caja..., si realmente es tu papá.
─Este hombre era un buen marido, un excelente cristiano, un padre ejemplar...
La viuda voltea hacia uno de sus hijos y le dice al oido:
─Hijo: mira en la caja..., si realmente es tu papá.
Nena...
─¡Mami, me acosté con mi novio, y ya no
soy virgen!.
─Entonces agarrá un limón verde y chúpalo.
─¿Y eso me va a devolver la virginidad?
─No, pero te quitará la cara de "mujer" satisfecha y viciosa que tienes.
─Entonces agarrá un limón verde y chúpalo.
─¿Y eso me va a devolver la virginidad?
─No, pero te quitará la cara de "mujer" satisfecha y viciosa que tienes.
Con el psicólogo
─Señora, en esta consulta es importante
analizar el inconsciente...
─¡Doctor, va a ser difícil que el desgraciado de mi marido quiera venir!
Perfume
En un bus repleto de gente una dama
levanta demasiado los brazos y un chico que iba a su lado le pregunta:
─Perdona, preciosa muñeca..., ¿qué perfume usas?
─Pasión del Sahara.
─Pues, ojo mijita..., ¡porque se te murió un camello!
─Pasión del Sahara.
─Pues, ojo mijita..., ¡porque se te murió un camello!
Apetito
Se cuenta de doña María Dolores en
Yarumal, que una vez llegaron a su casa unas amigas a hacerle visita y entre
charla y charla le preguntaron:
─Ve, Lola: ¿A vos no te da pensión dejar a Manuel que charle con esas muchachas en el parque? ¿No te da pensión que de pronto se le abra el apetito po'alla?
─¡Queliase que se le abra el apetito en la calle, con tal de que venga a comer a la casa!
─Ve, Lola: ¿A vos no te da pensión dejar a Manuel que charle con esas muchachas en el parque? ¿No te da pensión que de pronto se le abra el apetito po'alla?
─¡Queliase que se le abra el apetito en la calle, con tal de que venga a comer a la casa!
Propaganda radial
Estaban en Medellín hacienda una propaganda
radial de mantequilla “Rama”, el locutor le pregunta a una señora:
─Por favor mi señora: Díganos ¿qué le echa usted a la arepa en la mañana?
─¡Pues yo solamente le echo agua y jabón!
─¡Pues yo solamente le echo agua y jabón!
En cine
En la oscuridad de una sala de cine, se escucha
el siguiente diálogo:
─Muñeca: ¿De quién son estos ojitos?
─Tuyos, mi amor.
─Y...¿de quién son estas naricitas?
─Tuyas, mi vida.
─Y...¿de quién son estos pechitos?
─Pues, tuyos.
─Y...¿de quién son estas trompitas?
─¡De Falopio!, ¡y... quitá esas manos de ahí!
─Tuyos, mi amor.
─Y...¿de quién son estas naricitas?
─Tuyas, mi vida.
─Y...¿de quién son estos pechitos?
─Pues, tuyos.
─Y...¿de quién son estas trompitas?
─¡De Falopio!, ¡y... quitá esas manos de ahí!
Boda india
Se casaban un par de indios y dice el
cura:
─Indio: Recuerda que te doy esposa y no esclava...
Y dice la india:
─¡Ah no! Si indio no clava..., india no casarse.
─Indio: Recuerda que te doy esposa y no esclava...
Y dice la india:
─¡Ah no! Si indio no clava..., india no casarse.
Con firmeza
Una mañana el marido se despierta y le
pellizca una nalga a su mujer y le dice:
─Si hicieras ejercicios para darle firmeza a ese rabito, podríamos librarnos de esas pantaletas.
La mujer se controló y le pareció que el silencio era la mejor respuesta.
Al otro día el marido despierta y le da un pellizco a los senos de su mujer y dice:
─Si consiguieras dar firmeza a esos pechitos podríamos librarnos de ese sosten tan molesto.
Aquello excedió el límite y el silencio definitivamente no era la mejor respuesta.
Entonces ella se volteó hacia él, le agarró de donde sabemos, y le dijo:
─Si tú consiguieras dar firmeza a "esto", ¡podríamos librarnos del cartero, del jardinero y del lechero!
─Si hicieras ejercicios para darle firmeza a ese rabito, podríamos librarnos de esas pantaletas.
La mujer se controló y le pareció que el silencio era la mejor respuesta.
Al otro día el marido despierta y le da un pellizco a los senos de su mujer y dice:
─Si consiguieras dar firmeza a esos pechitos podríamos librarnos de ese sosten tan molesto.
Aquello excedió el límite y el silencio definitivamente no era la mejor respuesta.
Entonces ella se volteó hacia él, le agarró de donde sabemos, y le dijo:
─Si tú consiguieras dar firmeza a "esto", ¡podríamos librarnos del cartero, del jardinero y del lechero!
En la clínica
─Señora: ¿usted vende la sangre o la dona?
─¡Ay, dotor!, pues, como está la situación... ¡voy a tener que vender..., la "dona"!
─¡Ay, dotor!, pues, como está la situación... ¡voy a tener que vender..., la "dona"!
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