Durante un largo tiempo los ancianos cumpliéron con ese requisito, una noche la
anciana se dirige muy cautelosamente al cuarto del viejo. Cuando él se da
cuenta de la presencia de su esposa, le dice:
─¡Pero, mijita!, acuérdese el compromiso que hicimos con el doctor -de hacer el amor cada quince días-, y recuerde que apenas ayer lo hicimos!
Y la venerable anciana le contesta:
─¡Ya lo sé, mijito..., yo vengo a ver..., si me adelanta una quincenita!
─¡Pero, mijita!, acuérdese el compromiso que hicimos con el doctor -de hacer el amor cada quince días-, y recuerde que apenas ayer lo hicimos!
Y la venerable anciana le contesta:
─¡Ya lo sé, mijito..., yo vengo a ver..., si me adelanta una quincenita!
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