El celular

Un pastuso compra un celular, pero nadie lo llamaba. Semanas después se va a un motel con su amiguita y ahí suena el teléfono. Desesperado contesta:
Halóoo!…, ¿quién habla, pues?
-Soy yo, Chela, tu mujercita, pues...
Y, muy sorprendido, le contesta:
-¡Mi amor! ¿Cómo supiste, pues, que estaba en este motel, ahhh?

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