Cortos... pero buenos

—José, dicen que las mujeres tenemos dentro del cuerpo 79 órganos.

—Si quieres, Carmen, vamos a la cama… ¡para que tengas 80!

***

—Mi amor, en la mañana no desayuno... ¡porque pienso en ti!

—¡Qué bonito, José!

—Al medio día no almuerzo... ¡porque pienso en ti!

—José, no me digas esas cosas.

—En la tarde no meriendo... ¡porque pienso en ti!

—José, ¡por Dios, cómo me deleitas!

—Y por la noche no duermo…

—¿Porque piensas en mi?

—No… ¡porque tengo demasiada hambre!

**

—José, me ha llamado el médico, que mi madre está a la puerta de la muerte.

—Dile que insista, quizá no escuchan el timbre.

***

—José, ¿qué harías si te dijera que me queda una hora de vida?

—Lo tengo muy claro… ¡te apagaría el aire acondicionado!

—¿Y eso, por qué?

—¡Para que te acostumbres al infierno!

***

—Nena, ¡prepárate para esta noche que te voy a dar una noche de acción… 

   pura acción!

—José, ya estoy preparada para la noche de acción.

—Siéntate aquí… ¡vamos a ver las cinco películas de Rambo!

***

—Nena, ¿cómo se llama esa mujer que lee las 

   cartas, y predice el futuro?

—Adivina.

—Si supiera… no te lo pregunto.

***

—¡Ay, Nena… qué caliente estoy, tráeme una pastilla de viagra.

—José, ¿te la machaco?

—Aguanta…  ¡al menos espera que me haga efecto!

Más chistes

Un hombre se fue a Japón para aprender karate, llevaba ya cinco años y no aprendía nada. 

Fue muy decepcionado donde el maestro a exigirle que nada había aprendido, y este le dice:

—Mi querido alumno, ¿tú has visto el bello amanecer japonés…, has visto la

   furia de las olas del mar…, y has visto las bellas mujeres de esta tierra?

—¡Claro que sí, maestro, todo eso lo he apreciado!

¡Eso es..., por estar viendo esas pendejadas, no has aprendido nada!

*****

Un cura fue a casa de una anciana –virtuosa pianista– para felicitarla por su cumpleaños. Al llegar observó un piano y un órgano en la sala, sobre el órgano ella tenía un jarrón con agua y dentro un condón.

Le preguntó a la mujer:

—¿Por qué tienes esto aquí?

—¡Ay, padre! un día caminando me encontré una bolsita cuadradita, leí y decía: 

   manténgalo húmedo y sobre el órgano para evitar enfermedades; y no me lo 

   va a creer, padre..., ¡desde eso, ni gripa me ha dado!

*****

—Majitus, ¿si ves un león que ataca a tu mujer y a tu suegra, a quien salvarías?

¡Yo salvaría al león, porque entre esas dos convencen al león de que me 

   ataque a mi!

*****

—Compadre, ¡creo que mi mujer me está poniendo los cachos!

—Y… ¿por qué lo dices?

—Porque nos pasamos de Bogotá a Nueva York, y… ¡sigue viniendo el mismo plomero!

*****

—Señor Gómez, tenemos a su esposa secuestrada..., 20 millones, o no la 

   vuelve a ver.

—40, y... ¡se quedan con ella!

*****

En un baile:

—Negra, siempre que bailo con vos, se me ensancha 

   el corazón.

¡Ay..., corroncho; vos tenés el corazón 

   muy abajo! 

*****

La mujer va donde el adivino y éste le dice:

—María, tu marido va a ser asesinado…

—¡Eso ya lo sé, lo que quiero saber es…. si me va a coger la policía?

*****

En el ejército

—¡Soldado López, no lo vi ayer en las pruebas de camuflaje!

—Gracias capitán.

******

La esposa le dice:

—Manuel, tú estas obsesionado con el fútbol y me haces falta.

—¿Falta…? Pero, ¡si no te he tocado!

******

Un tipo en la cárcel tardo 8 meses para hacer un túnel para escaparse, con tan mala suerte que abrió justo en la oficina del comandante y el oficial le dice:

—¡Pero Manolo, tú que haces aquí?

—¡Hay que ver comandante, lo que tengo que hacer para hablar con

    usted!

******

—Cariño, ¿tú crees que estoy gorda?

—No, mi amor.

—¡Dímelo al oído!

—Que no estás gorda.

—Dímelo en el otro oído.

—¡No me hagas darte la vuelta!

*****

 —Doctor, ¿cómo sigo del pequeño mareo que me dió?

¡Qué doctor, si yo soy San Pedro!

******

—Doctor, ¿usted cree que voy a perder el ojo?

¡No sé… yo se lo pongo en esta cajita!

*****

—Mija, ¿dónde estuviste toda la mañana?

—¡Pues en salón de belleza!
¿Estaba cerrado?

*****

—Cariño, velitas encendidas, ¿qué celebramos?

¡Que nos han cortado la luz!

******

El niño y el padre trabajando en el campo a pleno sol y el niño le dice:

—Pa, ¡qué sed!

Pues, todo lo que sabes, te lo he enseñado yo.

*****

—Cariño, que se calentó el coche, ¿qué hago?

—Pues, ¡dile que tienes dolor de cabeza!

*****

—¿Papa, por qué nuestro perro se llama José Luis, será que tú 

   quieres más al perro que a mi?

¿Por qué dices eso, Sultán?

*****

La amiga le dice:

—Paco, anoche tuve un sueño muy 

   húmedo contigo.

—¡Mmmm… Oh si, qué soñaste?

Que te estabas ahogando.

*****

—Doctor, ¿cómo,está mi mujer?

—Está en estado crítico.

¡Ay… mi mujer y su criticadera!

*****

Un hombre sumamente nervioso se sube por primera vez a un avión y le dice a la azafata:

—Señorita, ¿Si esto se cae, por dónde salimos?

¡Por la tele!

*****

Un hombre borracho llega a alcohólicos anónimos y le preguntan: 

—¿Vino sólo? 

El borracho saca la copa y dice

¡No… mejor con hielo!

*****

Llega el hijo después de un partido de fútbol a casa y le dice al papá:
—¡Pa, hoy fue el mejor partido de mi vida… hice cinco goles!
—Muy bien hijo, te felicito, ¿cómo quedaron?
¡Perdimos 3 a 2!

*****

— Mi virtud es la paciencia.

— ¿Qué?

— Que mi virtud es la paciencia, ¡maldito sordo!

*****

—Señor agente, hemos mantenido la habitación exactamente 

   igual que el día que desapareció mi hija, hace ya 6 años.

—Señora, hay un esqueleto sobre la 

   cama.

¡No puede ser… hija!

*****

Una llamada:

—Señor, tenemos secuestrada a su mujer… o paga 

   50 mil dólares o no la verá nunca más…

—Pues, mi mujer está acostada aquí a mi 

   lado, pero… ¡llámame mañana que 

   el negocio me interesa!

****** 

El hombre que va al tatuador y le dice:

—Quiero hacerme un tatuaje, pero 

    no sé de qué…

—Pues te lo hago de lo que más te ha 

   gustado en toda tu vida.

¡Oh si!… una bandeja paisa.

*****

—Oye, Jorge, ¿si volvieras a nacer, te volverías a casar con tu mujer?

—¡Claro que sí…, pa que se joda!

*****

—Pepe, mi mujer me ha dejado…

—¡Y eso, por qué?

—Decía que yo estaba obsesionado con el fútbol: fútbol en la mañana, fútbol en la tarde,

   fútbol en la noche…

—¿Y llevabas mucho tiempo con ella?

—¡Claro..., siete mundiales!

*****

—¿Qué te pasa, Chucho?

—Que tengo un dolor de muela.

—Pues mira..., que el otro día tenía el mismo dolor, le hice el amor a mi mujer, y... 

   ¡se me quitó!

—Pero…, ¿estará tu mujer en casa?

*****

En cine:

—Dos boletos, por favor…

—¿Para King Kong?

—¡Respete, ella está enojada..., y es mi esposa!

******

—Mi amor, ¡por ti cruzaría el mar, pisaría la tierra llena de espinas, y caminaría sobre el 

   fuego!

—¡Tan lindo…, entonces, vendrás mañana?

—¡Si no llueve..., sí!

*****

—Oye, Pedro, ¿qué te ha dicho el médico?

—Me vio muy mal, dice que nada de grasas, nada de chocolates; y que... cigarrillos mínimo 

   dos al día.

—Bueno..., ¿y cómo vas con eso?

—Pues.., con la grasa y el chocolate no tengo problemas; lo malo son los dos cigarrillos 

   al día, porque... ¡yo nunca había fumado!

*****

La Primera Dama fue con un escolta a una fiesta en Japón. 

El primer ministro la sacó a bailar, y como el hombre la estaba 

apretando demasiado, gritó:

—¡Escolta…, escolta...!

Y el ministro le dice:

—¡Shí, es colta…, pelo shablosha!

******

Un amigo me llama desde el hospital:

—José, amigo mio, estoy en el hospital con dos clavos en un dedo…

—Pero… ¿cómo fue eso?

—¡No sé quién dijo que… un clavo saca otro clavo!

***

—¡Antonio, Antonio, corre a casa que tu mujer se ha tirado del balcón!

—¡Esa mujer mia, si que le gusta andar la calle!

***

—¡Mami, mi marido salió desde ayer a comprar arroz; y no regresa…, qué hago?

—¡Ay, mija…, pues, hacé espaguetis!

***

—Señora, ¿le corto la pizza en 4, o en 8 porciones?

—Mejor en 4, ¡no creo que me coma las 8!

*****

—Mijo, ¿te caíste?

—¡No!... Observé el piso triste, y... me agaché a darle un abrazo.

*****

—911. Dígame, señor.

—Mi esposa estaba cocinando… ¡y se cayó!

—Y... ¿cuál es la emergencia?

—Si…, ¿en qué momento pongo el arroz en bajo?

*****

¡Mi primer día en el gimnasio, y me duele todo el cuerpo…! 

Y eso que solo fui a preguntar cuánto costaba 

la inscripción.

*****

Me fui para Alcohólicos Anónimos… ¡y qué va, 

ningún anónimo…, todos conocidos mios!

*****

—Majitus, mañana haré un asado, vienes

   y traes a tu mujer…

—Y… ¿por qué no asas la tuya, que es 

   más gordita?

Nuevos

Un hombre iba de afán para su trabajo, y a mitad de la calle le sale un hombre de capa amarilla, agitando las manos y gritando:
─!Por favor, lléveme al parque principal, por fa!
─¿Y…quién es usted?
─!Ay…yo soy la loca, de la capa amarilla!
─!No me joda!
El tipo arrancó a las millas y mas adelante otro hombre, ahora de capa roja y agitando las manos:
─!Al parque por favor, al parque!
─¿Y… quién es usted?
─!Ayyyy…soy la loca de la capa roja!
─!Eh! ¿Es que hay una convención de “locas” o qué?
Y vuelve a arrancar, todo verraco dejando a la loca botada.
Mas adelante, le sale otro de capa verde, y el hombre se baja enfurecido y le grita:
─Y…¿ahora, la loca, la mariposa de capa verde, qué quiere?
Y con voz muy ronca le responde:
!Que se estacione al lado, que esto es un retén de la policía!
***
─Señora: ¿usted vende la sangre o la dona?
─¡Ay, dotor!, pues, cómo está la situación... ¡voy a tener que vender..., la “dona"!
***
Al cumplir la edad reglamentaria, me presenté al seguro social a tramitar la pensión por vejez.
La secretaria detrás de la ventanilla me pidió la cédula para verificar mi edad y mi identidad, busqué en todos mis bolsillos, pero finalmente caí en la cuenta que había dejado mi cédula en la casa, le dije a la señorita que lo sentía mucho, que no la tenía en ese momento, que más tarde regresaría.
En eso la oficinista me dijo:
─¡Solo..., desabotónese la camisa!
Le mostré los abundantes pero canosos vellos del 
pecho y me dijo:
─Esos vellos canosos son prueba suficiente para mí.
Y procesó mi solicitud.
Cuando regresé a casa, muy emocionado le conté a 
mi esposa lo que había sucedido en el seguro social, 
entonces ella comentó:
¡Ah mijo, debió bajarse los pantalones, a lo mejor 
le daban también pensión por INVALIDEZ!
***
Jorge le dice a su amigo Juan:
—¿Cómo haces para ser tan seductor con las mujeres?
—¡Ay, amigo Jorge, a todas mis amantes las tengo acostumbradas que cuando llego grito como tarzán:  ¡Aaaaaaaa...!, me pego dos o tres puñetazos en el pecho; y eso las vuelve locas.
Jorge llegó a su casa a oscuras, entró a su dormitorio y de inmediato gritó ¡Aaaaaaaa...!, se pegó unos puños en el pecho, se montó encima del 
armario y se tiró a la cama y dice su mujer:
—¡Ay, Juan, qué emoción, dale rápido que en esto llega mi marido!
***
Un amigo se encuentra con otro y le dice:
—Hola, Pedro, ¿que hay de tu vida?
—Pues bien, mira que me he metido a una congregación cristiana que lo primero que me impusieron fue no tener sexo con mi mujer por un mes…
—No joda, mano, ¿y cómo vas con eso?
—Pues la primera semana no fue tan duro, la supe llevar, la segunda ya estaba desesperado así que rente un canal porno y la pasé bien; pero la tercera semana mi mujer se agachó a coger la sal, y ahí no me aguanté y le hice el amor tres veces.
—No jodás, ¿entonces, te echaron de la comunidad?
—¡Claro, y también del restaurante!
***
En los corredores de un manicomio un doctor 
sale corriendo, y le dice a otro que venía:
—¡Corre corre, que viene un loco con unas 
tijeras y está cortándole los huevos al que 
tenga tres!
—No, pues yo tranquilo solo tengo dos…
—No, es que primero los corta, y... 
después los cuenta.
***
En una casa otoñal, estaban pidiendo 
donaciones, y un viejito todo desbaratao grita:
—Yo… yo... yo dono mi, mi pajarito.
La gente empezó a aplaudirlo y le decían:
—¡Que se pare... Que se pare!
Y dice el viejito:
—¡Noooo… pues, si se para, no lo dono!
***

Nuevos chistes

Desde los Estados Unidos llamé a un amigo en Colombia, y me dice:

—¡Majitus, amigo mío, qué bueno que me llamaste; estoy en aprietos y necesito que me prestes 500 dólares…!

—¿Qué me dices, no oigo nada…!

—¡Que necesito urgente 500 dólares!

—Lo lamento, la señal está muy mala; y… no te oigo nada.

De inmediato interviene la operadora:

—¡Señor, Gil, qué raro, yo oigo perfectamente a su amigo!

—¡Ah…, sí? ¡Entonces, mandale vos ese dinero!

***

Un bus, a la hora pico, iba tan lleno de pasajeros que parecían cigarrillos empaquetados.

Un chica agarrada de las barras le dice a un tipo que está atrás de ella:

—Por favor, ¿se puede apartar un poco? Tiene usted algo duro dentro del pantalón que me aprieta la cadera.

—¡Oh!, perdón, es que llevo ahí el sobre con mi pago, para que no me lo roben.

—¡Pues debe tener un buen trabajo, porque desde la última parada le han aumentado el sueldo tres veces.

***

Llegó un tipo muy cachetihundido a hacerse afeitar a la peluquería de Riverita.

El peluquero lo sentó en la silla, le puso la sábana y le entregó un ojo de venado para que se lo metiera en la boca, para poderlo afeitar. 

Ya afeitado un lado, Riverita le dijo que se pasara el ojo de venado para el otro lado. 

De repente el tipo abre tamaños ojos. 

—¿Que la pasó, hombre? –Preguntó sorprendido Riverita.

—¡Me tragué la pepa..., se me fue! 

—Eso no vale la pena hombre. Muchos se la han tragado, y al otro día me la regresan. 

***

—Abuelita, abuelita..., estile las patas.

—Pero, mijo, ¿por qué me pides eso?

—¡Pala sentilme bien contento!

—¿Cómo?

—Shí, polque mi papá dijo que cuando usted estile las patas, vamos a ser muy felices.

***

En los corredores de un manicomio un doctor sale corriendo, y le dice a otro que venía:

—¡Corre corre, que viene un loco con unas tijeras y está cortándole los huevos al que tenga tres!

—No, pues yo tranquilo solo tengo dos…

—No, es que primero los corta, y... después los cuenta.

***

Un hombre visitó a su amigo que trabajaba en una fábrica supermoderna, llegó a su despacho y se encontró con una secretaria espectacular, cabello rubio, ojos verdes, 

cuerpo espectacular, maravillosa..., y le dice al amigo:

—Juan, tremenda secretaria la que tienes, ¡qué hermosura!…

—Pues no me lo vas a creer… es un robot.

—Cómo que un robot si es exacta a una persona.

—Sí hombre. Mira, le aprietas una teta y toma dictado de lo que tú le dices, le aprietas la otra y escribe a máquina lo que le dijiste; y eso no es todo: hace el amor mejor que cualquier mujer. Si quieres te la presto un rato.

El amigo aceptó, y se encerró con la robot en una sala anexa. Al rato se escuchan los gritos desesperados de este hombre: 

—¡Ay..., Juan…, ay…, ay...; auxilio, socorro, ayúdenme!

Entra el amigo y le dice:

—Qué pena, se me olvidó decirte que, por detrás... es un sacapuntas.

***

Un amigo se encuentra con otro y le dice:

—Hola, Pedro, ¿que hay de tu vida?

—Pues bien, mira que me he metido a una congregación cristiana que lo primero que me impusieron fue no tener sexo con mi mujer por un mes…

—No joda, mano, ¿y cómo vas con eso?

—Pues la primera semana no fue tan duro, la supe llevar, la segunda ya estaba desesperado así que rente un canal porno y la pasé bien; pero la tercera semana mi mujer se agachó a coger la sal, y ahí no me aguanté y le hice el amor tres veces.

—No jodás, ¿entonces, te echaron de la comunidad?

—¡Claro, y también del restaurante!

***

Un hombre visitó al doctor y le dijo:

—Doctor, tengo un problema mi mujer es demasiado fría, más fría que el abrazo de una suegra.., demasiado fría.

El doctor le dice:

—Vamos a tratar con estas pastillas, dele la mitad cada tarde..

El hombre cuando llegó a su casa, pensó:

—Media… no, yo le doy a ella tres y yo me tomo otras tres…

Se las hechó a su mujer con el cafecito de la tarde, y él se mandó otras tres… Cuando pasó un par de horas la mujer estaba desesperada, y en el sofá gritaba:

—¡Necesito un hombre…, quiero un hombre!

Y dice el marido:

—¡Yo también…, yo también!

***

Una mujer llama a un periódico, y dice;

—Por favor, quiero poner un anuncio por la muerte de mi marido…

—Muy bien señora, ¿Y cuándo murió?

—¡Mañana, cuando aparezca el desgraciado!

***

Un hombre que trabajaba de bombero, llego a las 2:00 de la madrugada a casa, y para no molestar a su esposa, sin prender la luz se quitó la ropa y se acostó.

Al rato le dice la mujer:

—Mi amor, ve a la farmacia nocturna y cómprame unas aspirinas que tengo mucho dolor de cabeza.

El hombre, con el ánimo de no molestarla, se vistió a oscuras, fue a la farmacia, y al llegar le dice el farmaceuta:

—¡Pero, Manuel, si tú eres bombero…, por qué vienes vestido de policía?

***

A una venta de helados llega un hombre y pregunta…

—Por favor, ¿de qué sabores tiene usted los helados?

—Señor, ahí está la lista en ese cartel... lea.

El hombre mira los carteles y dice:

Pues, ponme uno de… cerramos los domingos.

 ***

 En una cafetería:

—Señorita, ¿puedo invitarla a salir?

—Respete que soy una mujer casada y decente para salir con semejante cosa…

—Señorita, ¡es que tenemos que cerrar la cafetería!

***

—Doctor, ¿cómo me fue en la operación?

—Hijo, yo soy Jesús.

—¡No puede ser, entonces, he muerto?

—¡Oh no! yo soy Jesús… el que barre el hospital, ahora viene el médico.

***

—Hija, tu marido llegó borracho a las cuatro de la mañana, se metió en mi cuarto y me hizo el amor tres veces…

—¡Pero, mamá…, no le dijiste nada?

—¡Ay, mija, tú sabes que a ese desgraciado yo ni le hablo!

***

En la madrugada, el viejito le dice a su esposa:

—Mijita, ¿hiciste cafecito?

—No. Hice verdecito, pero... ¡ya estoy mejor!

***

—Antonio, fíjate que he decidido ponerme gafas…

—¡Claro, hazlo, hazlo, te hacen mucha falta….!

—¿Tú crees que sí?

—Claro, ¡porque yo no soy Antonio!

***

El Semana Santa a la entrada de la catedral de San Pedro, un hombre observa cómo salen hombres con un ladrillo en la mano, se le acerca a uno y le pregunta:

—¿Qué pasa, ah...? ¿Por qué todos los hombres que han salido llevan un ladrillo en la mano?

—¡Ah…, es que el Santo Padre a todo hombre infiel le pone como penitencia cargar un ladrillo por una semana!

De pronto empezaron a salir hombres sin ladrillos y le pregunta:

—¿Qué pasa, por fin se acabaron los infieles?

—No…, ¡se acabaron los ladrillos!

***

Atila, el rey de los Hunos, antes de ir a la guerra le dijo a su mejor amigo:

—Estas son las llaves del cinturón de castidad que le puse a mi esposa, si en un año no he regresado, por favor ve a mi casa y se lo quitas.

Atila partió, y apenas llevaba un kilómetro aparece su amigo gritando:

—¡Atila…, Atila…, está no es la llave!

***

Una mujer se sube al bus y le dice a un hombre:

—Perdone, señor, ¿puede usted darme el asiento, es que estoy embarazada?

El hombre le mira la barriga, y le dice:

—¿Embarazada…, y cuánto tiempo tiene?

—¡Media hora, pero... aún me tiemblan las piernas!

***

En el hospital, a un hombre le iban a hacer una delicada operación; con posible muerte por descuido de un cirujano muy joven. 

El paciente insiste en que lo opere su yerno que es un especialista.

Cuando están en el quirófano, el hombre le dice a su yerno:

—José, recuerda que si me muero… ¡tu suegra se irá vivir con ustedes!

La soledad de la vejez


Los humanos debemos prepararnos con inteligencia para quedarnos solos en la vejez.

Una soledad valiente, sin miedos ni temores a nada, ni a nadie, sin nostalgias, ni reclamos a familiares a nuestro lado.

Nada de lloros, nada de odios, nada de tristeza.

Prepárate fuerte para esa soledad 

y habrás vencido a la vida, al 

destino y a la eternidad.

                                     (Anónimo)

Buenos chistes

En un baile:

—Negra, siempre que bailo con vos, se me ensancha el corazón.

¡Ay..., corroncho; vos tenés el corazón muy abajo! 

                              *****

La mamá le dice al niño de 6 años:

—Jaimito, ahora que nos subamos al bus, tú dices que tienes 5 años; y así el conductor no nos cobra.

Se subieron, y el conductor le dice al chico:

—¡Vaya, guapo, tú cuántos años tienes?

—¡Yo… tengo 5!

—¡Qué bien, y... cuándo cumples los 6?

Pues..., ¡cuando me baje del bus!

                                                                                     ***** 

Una mujer le dice a su esposo:

—Nuestro matrimonio es excelente, tenemos 25 años de casados y somos muy felices… ¡y además practicando sexo salvaje en Argentina!

—¡Espera mi amor… espera, yo jamás he estado en Argentina!

Pero estábamos casado… ¿si o no?

*****

—¿Por qué te noto preocupado?

—Es que fui al médico, y me dijo que tomara estas pastillas, una diaria, por el resto de mi vida…

—Y… ¿cuál es el problema?

¡Pues…, que solo me dio cuatro!

****

—¡Estoy muy orgulloso de mí!

—Y… ¿eso por qué?

—¡He armado un rompecabezas en tres semanas!

—¿Y eso qué?

Es que en la caja dice que de 3 a 5 años.

*****

Se me quedaron las llaves de la casa adentro, llamé a mi amigo Gabriel y le dije.

—Por favor dame algún consejo.

—¿Tú sabes inglés?

—¿Y para qué me lo preguntas?

—Pues, porque hoy en día, ¡saber inglés... abre muchas puertas!

*****

Al servicio de emergencia médica de una localidad balnearia llama 

desesperado un turista: 

─¡Ayúdenme! ¡Me quedé dormido al sol boca arriba en la playa, 

   y ahora estoy todo quemado! ¿Qué puedo hacer? 

─Esta noche, al acostarse –le responde el médico– unte 

   todo su cuerpo con una crema de sábila, tómese dos 

   pastillas de Viagra y, duerma boca arriba. 

─Lo de la sábila y dormir boca arriba lo entiendo, 

   doctor, pero... ¿para qué las dos pastillas 

   de viagra? 

¡Para que la sábana no se le pegue al cuerpo! 

Chistes cortos

La mujer va donde el adivino y este le dice:

—María, tu marido va a ser asesinado…

—Eso ya lo sé, lo que quiero saber es…. si me va a coger la policía?

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En el ejército 

—¡Soldado López, no lo vi ayer en las pruebas de camuflaje!

Gracias capitán.

*******

La esposa le dice:

—Manuel, tú estás obsesionado con el fútbol y me haces falta.

¿Falta…? pero, ¡si no te he tocado!

*****

Un tipo en la cárcel tardo 8 meses en hacer un túnel para escaparse, con tan mala suerte que abrió justo en la oficina del comandante y el oficial le dice:

—¡Pero Manolo, tú que haces aquí?

¡Hay que ver comandante, lo que tengo que hacer para hablar con usted!

*****

Dice la esposa:

—Cariño, ¿tú crees que estoy gorda?

—No, mi amor.

—¡Dímelo al oído!

—Que no estás gorda.

—Dímelo en el otro oído.

¡No me hagas darte la vuelta!

****

Entre amigos:

—¿Y tú dónde estabas viviendo todos estos años?

—Tú sabes cuáles son los apartamentos que están al frente de la cárcel?

—¡Si, claro!

Pues, viví al frente de esos apartamentos.

*****

El preso le dice a su abogado:

—Doctor, ¿Cómo va mi caso?

—La vaina está muy, muy bien. Pero, ¡si le dan oportunidad… vuélese!

******

—Manuel, ¿qué hacemos con tu suegra, la enterramos o la incineramos?

¡Las dos cosas, no vaya a ser que se despierte!

*****

—Doctor, ¿cómo sigo del pequeño mareo que me dió?

¡Qué doctor, si yo soy San Pedro!

******

—Doctor, ¿usted cree que voy a perder el ojo?

¡No sé… yo se lo pongo en esta cajita!

*****

—Mija, ¿dónde estuviste toda la mañana?

—¡Pues, en salón de belleza!
¿Estaba cerrado?

*****

—Cariño, velitas encendidas, ¿qué celebramos?

¡Que nos han cortado la luz!

******

El niño y el padre trabajando en el campo a pleno Sol, y el niño le dice:

—Pa, ¡qué sed!

Pues, todo lo que sabes, te lo he enseñado yo.

*****

—Cariño, se calentó el coche, ¿qué hago?

Pues, ¡dile que tienes dolor de cabeza!

*****

—Pa, ¿por qué nuestro perro se llama José Luis, será que tú quieres más al perro que a mi?

¿Por qué dices eso, Sultán?

*****

La amiga le dice:

—Paco, anoche tuve un sueño muy húmedo contigo.

—Mmmm… ¡Oh si, qué soñaste?

Que te estaba ahogando.

*****

—Doctor, ¿cómo,está mi mujer?

—Está en estado crítico.

¡Ay, mi mujer y su criticadera!

*****

Un hombre sumamente nervioso se sube por primera vez a un avión y le dice a la azafata:

—Señorita, ¿Si esto se cae, por dónde salimos?

¡Por la tele!

*****

Un hombre va al tatuador y le dice:

—Quiero hacerme un tatuaje, pero… no sé de qué.

—Pues te lo hago de lo que más te ha gustado en toda tu vida.

¡Oh si!… una bandeja paisa.

*****

Un hombre todo borracho llega a alcohólicos anónimos y allá le preguntan: 

—¿Vino sólo? 

El borracho saca la copa de su bolsillo y dice

¡No… mejor con hielo!

*****

Una llamada:

—Señor, tenemos secuestrada a su mujer, o paga 50 mil dólares o no la verá nunca más…

—Pues, mi mujer está acostada aquí a mi lado, pero… ¡llámame mañana que el negocio me interesa!

******

Llega el hijo después de un partido de fútbol a su casa y le dice al padre:

—Pa, hoy fue el mejor partido de mi vida: ¡hice tres goles!
—Muy bien hijo, te felicito, ¿cómo quedaron?
¡Perdimos 2-1!

*****

— Mi virtud es la paciencia.

— ¿Qué?

 Que mi virtud es la paciencia, ¡maldito sordo!

*****

—Pues la postura favorita de mi mujer en la cama es la del pez.

—¿La del pez? Pues esa no la conozco.

Sí hombre. Se da la vuelta y... ¡nada!

*****

La primera dama colombiana, fue con un escolta a una fiesta en Japón, el primer ministro la sacó a bailar y como el hombre la estaba apretando demasiado, gritó:

—¡Escolta… escolta!

Y el ministro le dice:

¡Chi, es colta… pero chabrocha!

*****

—Oye, Jorge, ¿si volvieras a nacer, te volverías a casar con tu mujer?

—¡Claro que sí…, pa que se joda!

*****

—Pepe, mi mujer me ha dejado…

—¡Y eso, por qué?

—Decía que yo estaba obsesionado con el fútbol: fútbol en la mañana, fútbol en la tarde,

   fútbol en la noche…

—¿Y llevabas mucho tiempo con ella?

—¡Claro..., siete mundiales!

*****

—¿Qué te pasa, Chucho?

—Que tengo un dolor de muela.

—Pues mira..., que el otro día tenía el mismo dolor, le hice el amor a mi mujer, y... 

   ¡se me quitó!

—Pero…, ¿estará tu mujer en casa?

*****

—Buenos días, busco trabajo…

—¿Le interesa de jardinero?

—¿Dejar dinero…, si lo que busco es trabajo!

*****

—Juan, ¿tú crees que soy un estúpido?

—¡Afirmativo!...

—¡Pero..., define, ¿sí o no?

*****

En cine:

—Dos boletos, por favor…

—¿Para King Kong?

—¡Respete, ella está enojada..., y es mi esposa!

*****

—Mi amor, ¡por ti cruzaría el mar, pisaría la tierra llena de espinas, y caminaría sobre el 

   fuego!

—¡Tan lindo…, entonces, vendrás mañana?

—¡Si no llueve..., sí!

*****

—Oye, Pedro, ¿qué te ha dicho el médico?

—Me vio muy mal, dice que nada de grasas, nada de chocolates; y que... cigarrillos mínimo 

   dos al día.

—Bueno..., ¿y cómo vas con eso?

—Pues.., con la grasa y el chocolate no tengo problemas; lo malo son los dos cigarrillos 

   al día, porque... ¡yo nunca había fumado!

*****

—Olguita, voy mañana a pedirle matrimonio a una peruana…, ¿tú qué crees que 

    me dirá?

—Pues… un metro veinte, si acaso.

***

—¡Antonio, Antonio, corre a casa que tu mujer se ha tirado del balcón!

—¡Esa mujer mia, si que le gusta andar la calle!

***

—¡Mami, mi marido salió desde ayer a comprar arroz; y no regresa…, qué hago?

—¡Ay, mija…, pues, hacé espaguetis!

***

—Pa, ¿que te han robado el coche? 

—Has visto quién fue?

—No. Pero... ¡le cogí las placas!

***

—Pa, soñé que me regalabas un carro… ¿qué significa?

—Que estabas soñando.

***

—Juanito, dime dos pronombres…

—¿Quién… yo?

—¡Perfecto!

***

—Señora, ¿le corto la pizza en 4, o en 8 porciones?

—Mejor en 4, ¡no creo que me coma las 8!

***

—Pa, ¿qué se siente tener un hijo tan guapo?

—¡No sé, pregúntale a tu abuelo!

***

—Mijo, ¿te caíste?

—¡No!... Observé el piso triste, y... me agaché a darle un abrazo.

***

—911. Dígame, señor.

—Mi esposa estaba cocinando… ¡y se cayó!

—Y... ¿cuál es la emergencia?

—Si…, ¿en qué momento pongo el arroz en bajo?

***

¡Mi primer día en el gimnasio, y me duele todo el cuerpo…! 

Y eso que solo fui a preguntar cuánto costaba 

la inscripción.

***

Me fui para Alcohólicos Anónimos… ¡y qué va, 

ningún anónimo…, todos conocidos mios!

*****

—Majitus, mañana haré un asado, vienes

   y traes a tu mujer…

—Y… ¿por qué no asas la tuya, que es 

   más gordita?


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